lunes, 26 de abril de 2010

La forma: sus características
De acuerdo con nuestro campo visual, todos los objetos que nos rodean tienen forma.
Cuando el artista crea una forma, pone en juego muchas facultades, como: el sentido, la infusión, la imaginación…
Las principales cualidades que se caracterizan a la forma son:
Configuración: Presupone un cierto grado de organización en el objeto, que no se puede alterar en sus elementos sin que pierda significación.
Tamaño: Depende de la relación y comparación entre una forma y otra.
Color: Generalmente lo que se ve como forma no puede separarse de lo que se ve como color, pues el color en la forma es sencillamente la reacción de un objeto a los rayos de luz mediante los cuales lo percibimos. El color con la textura, conforman el aspecto superficial de la forma.
Textura: Se refiere a la apariencia externa de la forma que podemos percibir a través de la vista y el tacto, según el tratamiento que se le de a la superficie de la misma.
Posición: Se relaciona más con el concepto de forma compositiva o composición y tiene que ser con la forma en el espacio. Cuando relacionamos la forma con el ámbito o campo donde se desarrolla la percepción visual, podemos determinar su posición.
Clasificación de las formas
Orgánicas: Son la forma humana y todas las que se encuentran en la naturaleza, a las cuales el hombre recurre, generalmente, para sus creaciones artísticas: los animales, plantas…
Artificiales: Son fabricadas o creadas por el hombre.
Básicas: Son el circulo, el cuadrado y el triangulo equilátero (no un triangulo cualquiera). Cada una de ella tiene sus propias características y son la base para la creación de nuevas formas o estructuras.
Simbólicas: Tiene una significación que va más allá de lo que representan.
Abiertas: Se perciben con mayor facilidad cuando se relaciona con el fondo, ya que una de sus características principales es que se integran a el o al medio.
Cerradas: Se diferencia de la abierta por su contorno, por la continuidad del contraste con respecto al fondo.
Simétrica: En la naturaleza encontramos gran variedad de formas, también obras artísticas.
Tridimensionales: Tienen volumen, masa y tres dimensiones: largo, ancho y profundidad; el espacio que ocupa es real.
Bidimensionales: Es plana, tiene dos dimensiones: largo y ancho; la forma es plana.
Positivas y Negativa: Pueden ser tridimensionales cuando la podemos palpar en la realidad y bidimensional cuando la captamos en representaciones planas; en este caso se conoce comúnmente como figura. En ambos momentos, la forma positiva deja a su alrededor un espacio o campo, al cual se le llama forma negativa.
El campo que rodea a la forma positiva tridimensional se proyecta en la retina a través de su contorno o volumen y otras característica (no es una representación, es la forma real).
El espacio que rodea a la forma positiva bidimensional, lo percibimos como fondo en una superficie plana. La forma positiva y la negativa bidimensional guardan estrecha relación con el problema figura-fondo.
El contraste de la forma positiva y la negativa beneficia y agudiza nuestro sistema visual y perceptivo, ya que en ambos casos captamos las características de la forma: tamaño, dirección, contorno…También la forma positiva y negativa, cuando se observan separadamente, presenta una apariencia firme, con significados e igual configuración, que permite su identificación y su encaje.
Ambiguas: Admiten varias interpretaciones. Las figuras o formas reversibles presentan cierta ambigüedad porque se perciben alternamente las zonas correspondientes a figuras y fondo, positivo-negativo.
Las figuras o formas imposibles se pueden dibujar, pero no se pueden construir en tres dimensiones; es decir, tienen un carácter bidimensional: al tratar de construirlas en tres dimensiones se desorganiza su configuración. Las formas o figuras virtuales se configuran por el efecto visual de cerramiento.

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